¡Paz de Cristo, siervos de Dios!
Me es grato poner en sus manos, este manual para entrenar en lo básico a los obreros que quieren iniciar una iglesia. Para ello, se requiere un llamado de Dios primeramente; ya que el pastorado no es un empleo, sino un don que solo el Espíritu Santo puede dar.
El llamado divino solo lo pude hacer el Señor Jesucristo. Hebreos 1:7 lo confirma: Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego.